All you need is love

sábado, 5 de septiembre de 2009

Dónde estás

Es apenas un instante, un momento, un segundo en el que uno equivoca el camino. A partir de ahí cada paso que damos nos aleja cada vez mas de nosotros mismos.No tenemos conciencia de los errores que cometemos, apenas una sensación, una pequeña voz interior que nos dice “algo está mal”. Y aunque esa vocecita está ahí seguimos adelante, ignorándola, equivocándonos, casi a conciencia.Lo ves venir. Sabes que eso que estás por hacer va a cambiar todo, y así todo lo haces. Ya te extraviaste, ya te vaciaste, ya te equivocaste, ya te fuiste, ya te perdiste, ya te traicionaste. Y ahí te mirás al espejo y ya no te reconoces, hay otro que te mira, te pregunta “¿Dónde fuiste? ¿Dónde estás?” .Un error lleva a otro error. Es tan fácil equivocar el camino y tan difícil volver de eso... Es un impulso, un momento irracional, y ya no hay vuelta atrás. Incluso cuando tenemos buenas intenciones un error puede cambiar todo, romper todo. Ya estás perdido, errado, extraviado, si no tenés rumbo ¿A dónde podrás ir?Hay alertas, hay advertencias, pero no las escuchamos y vamos directo al error.Errar es hacer algo pensando solo en nosotros y nada en los demás. ¿Qué nos pasó? ¿Por qué nos equivocamos tanto? ¿Por qué fuimos tan débiles?Cuando cometiste error tras error no podés ni siquiera quejarte, ni ese derecho tenés.Corrés, te desesperás, pero cuando tomaste el desvío el camino de regreso es más largo. Porque en tu desvío causaste dolor, heridas que tardan mucho en sanar. El dolor se transforma en resentimiento, en tristeza vieja, inolvidable.Ya no soy el que era, ya no sos el que eras ¿Dónde estás? ¿Dónde estamos?Querés volver el tiempo atrás, querés volver a ser quien eras, pero ya es tarde.Los errores del presente son las tragedias del futuro. Corrés pero ya es tarde, y mientras corrés tu alma llora, porque sabes que tendrías que haber escuchado esa vocecita, ese murmullo en tu corazón que te decía que estabas equivocando el camino.Corrés y corrés pero ya es tarde, solo podés mirarte al espejo y preguntarte ¿Dónde estás?

Ojos que no ven...

"Ojos que no ven, corazón que no siente"; ¿Será por eso que nadie siente nada por mi?... Porque no me ven. Ser invisible es casi como no existir, solo cuando alguien te ve, te sentis vivo. Lo escencial es invisible a los ojos, ¿será que yo soy tan escencial que soy totalmente invisible?. Soy como un fantasma, una sombra que pasa, pero nadie me puede ver.
Teffy: Y así me siento yo Mar, muerto en vida, como un mosquito... menos que un mosquito, no me ven... y como no me ven no les importa que yo sufra, ¿que le importa a Luca que yo sufra si no me ve?, ¿qué le importa a Hope y Nacho lastimarme si no existo?... no me ven.
Mar: todos te vemos... y amamos... ey..
Teffy: no me aman....ya sé que suena horrible pero, amarme de verdad, verme de verdad, importarle de verdad..¿ A quién? A nadie....
Mar: A mi...., a mi me importas y mucho Teffy
Teffy: si pero me falta un golpe de horno, no?
Mar: Si, te falta un golpe de horno.... pero a mi también, a todos nos falta un golpe de horno acá, pero por eso estamos acá, pero aprender.. para crecer, ¿Sabés que? Yo antes me sentia como vos, igual, insignificante, invisible... igual que vos.
Teffy: Cosas distintas Marchu..., vos brillas... hagas lo que hagas todos te ven, a mi no...
Mar: no me parece que sea asi perdoname.... (la abraza)
Teffy: Es lo que pienso, y te juro que ya no tengo mas fuerzas para ponerle estilo...

La falla de seguridad

Todos tenemos un monstruo o un fantasma adentro que no nos gusta, entonces creamos un sistema de seguridad para que no se note. Mantenemos el monstruo agarradito para que no salga ni se vea. Pero a veces el sistema de seguridad falla y el monstruo ingresa, y ahí quedamos expuestos.A veces eso que tanto queremos ocultar queda a la vista y nos avergüenza. Nos sentimos desnudos, sentimos que todos ven lo que en verdad somos, y somos algo que odiamos.Como si hubiera un Mr. Hyde en nosotros, como si el verdadero ‘yo’ fuera otro, y eso asusta. Nos asusta que falle el sistema de seguridad, que Mr. Hyde se desate y haga alguna locura.Vivimos alertas, atentos, vigilando el monstruo. Y así creamos mecanismos, defensas, nos aislamos, todo para que ese supuesto monstruo no salga a la luz.Cualquier cosa que nos saque del lugar seguro nos da miedo. Nos da miedo lo nuevo porque puede provocarnos cosas desconocidas. Odiamos a nuestro monstruo porque desea justamente las cosas que nos dan miedo. Queremos esconder a toda costa esa parte nuestra, esos deseos que nos inquietan.Son deseos que supuestamente no tendríamos que tener y nos esforzamos por reprimir. Son deseos que nos dan culpa, vergüenza. Deseos que van en contra de la moral, de lo que debe ser.Nos odiamos cuando nos dominan las pasiones. Nos odiamos cuando todos ven eso que queremos ocultar. Odiamos las fallas de seguridad, esos huecos que nos desnudan y muestran nuestras miserias. Pero la verdad es que a todos nos pasa lo mismo, todos tenemos un monstruito adentro ¿y sabés que hay que hacer con eso? Reírse de él. Ridiculizarlo, perderle el respeto y el miedo. Reírnos de nuestras cosas oscuras.Aceptar quienes somos, reírnos de nuestros miedos. Ridiculizar nuestros fantasmas. Reírnos a carcajadas de nuestras miserias. Permitirnos ser quienes somos y desear lo que deseamos. Bajar las defensas, aceptar las fallas de seguridad, y dejar que Mr. Hyde salga, porque en definitiva ese monstruo es también quien somos.